Esta es una receta que no recuerdo de donde salió, pero que desde la primera vez que la hice tuve claro que se quedaba conmigo, porque es rica, rica... sobre todo si eres un amante del chocolate.

Aunque también tengo que decir que triunfa entre los que no lo son tanto... vamos, que es un éxito garantizado donde lo llevéis ;)

Dificultad: media
Tiempo de preparación: 1 hora

Ingredientes

•   200g chocolate con al menos 70% cacao
•   100g mantequilla sin sal
•   4 huevos
•   1 cucharada bicarbonato
•   1 cucharada aroma de vainilla
•   100g azúcar
•   80g harina
•   80g nueces

En primer lugar debemos derretir el el chocolate con la mantequilla hasta que queden fundidos y formando una crema de chocolate. Muévela con una barilla para asegurarte de que no queden grumos.

Yo no tengo microondas en casa, por lo que para derretir el chocolate con la mantequilla lo hago al baño maría, y está listo en unos 5 minutos a fuego medio. Si lo haces en el microondas, va poniéndolo poco tiempo y removiendo para evitar que el chocolate se queme.

Mientras ve mezclando en un bol la harina y el azúcar tamizada, con los cuatro huevos y la cucharada de bicarbonato. Añade también una cucharada de aroma de vainilla (en su defecto puedes poner un poco de azúcar avainillado).

Cuando tengas todo mezclado en el bol, añade la crema de chocolate y mantequilla y mezcla todo de nuevo hasta obtener de nuevo una masa de chocolate que quedará con una consistencia similar a la de cualquier bizcocho.

Forra un molde con papel de horno y espolvorealo con un poco de cacao en polvo. Vierte en el molde la masa y extiéndela bien para que cubra toda la superficie. Coge las nueces y espárcelas por encima de la masa de forma que cubras todo el molde. Con un tenedor, ve empujando hacia abajo los trozos de nueces hasta que queden cubiertos dentro de la masa de chocolate. 

Antes de esparcir las nueces rocialas por encima con un poco de cacao en polvo para que queden más sueltas.

Precalienta el horno a 180º y mete el brownie sin cubrir durante 18-20 minutos. Cuando lleve este tiempo, sácalo y verás que se ha formado una especie de costra en la parte de arriba. Para evitar que se queme la parte de arriba y dejar que se termine de cocer por dentro, lo tapamos con papel de plata, por ejemplo, y lo metemos de nuevo otros 15 minutos aproximadamente. Ve pinchándolo hasta que veas que el palillo sale limpio para saber cuando está hecho.

Sácalo del horno y déjalo sobre una rejilla o sobre la encimera para enfriar. El resultado debe ser algo parecido a esto: 

En cuanto a la presentación, para darle el toque final, puedes cortarlo en porciones cuadradas y acompañarlo en el plato de un bola de helado de vainilla. Añádele por encima unos hilos de sirope de chocolate o chocolate fundido caliente y triunfarás sin duda!

BUEN PROVECHO!!!